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Cómo construir seguridad psicológica en tu equipo remoto

Recomendaciones desarrolladas por Tandem

Amy Edmondson describe a un equipo psicológicamente seguro como uno donde «las personas sienten que pueden hablar, expresar sus preocupaciones y ser escuchadas… no están llenos de miedos… están más interesadas en el aprendizaje, la excelencia y la conexión genuina con los demás que en verse bien».

Como se ha demostrado una y otra vez, la seguridad psicológica desbloquea la colaboración creativa y productiva.

Esto significa que, para cualquier equipo, cultivar la seguridad psicológica debe ser una prioridad.

Cuando las personas trabajan a distancia se reducen las oportunidades para mantener conversaciones espontáneas lo que reduce la seguridad psicológica y, esto a su vez se convierte en un círculo vicioso, lleva a las personas a iniciar menos conversaciones, lo que distancia aún más a los miembros del equipo.

Una serie de tácticas pueden ayudar a enfrentar este problema. Por ejemplo, mantener conversaciones uno a uno al priorizar las videoconferencias para construir conexiones personales.

Sin embargo, para integrar la seguridad psicológica en la dinámica de un equipo que trabaja a distancia, es necesario crear oportunidades regulares para mantener conversaciones espontáneas.

Esto significa que, contraintuitivamente, debes programarlas.

Paso 1: Crea una «sala de reuniones». Programa reuniones abiertas durante 2 a 4 horas vía videoconferencia. Hemos descubierto constantemente que estar en una «habitación» abierta se siente menos intrusivo que iniciar una llamada de grupo. Es una invitación, no una expectativa.

Paso 2: Experimenta con el encuadre. Dependiendo de la cultura de tu equipo y el nivel actual de urgencia, prueba diferentes temas centrados o no en el trabajo para estas reuniones. Estas son algunas ideas de los mejores equipos con los que hablamos:

  • «Mesa redonda»: Piensa en esto como co-working. Puede estar en su mayoría en silencio, pero trabajar juntos y ocasionalmente chatear ayuda a los equipos a sentirse conectados.
  • «Buenos días»: Una sala de reuniones para entrar cada mañana: saludar simplemente o registrarse informalmente.
  • «Horas de oficina para el proyecto X»: Un fragmento del tiempo de conversación abierto que se centra en un tema específico. Ayuda a desbloquearse mutuamente.
  • «Cafecito»: Si tomar café es parte de la cultura de tu empresa, podrías pedirles a todos que tomen durante la reunión.

Paso 3: Obtén comentarios y revisa. Pregúntale a tu equipo qué piensan y anímalos a crear sus propias salas de reuniones ad hoc, ¡quizás una se mantenga en el tiempo!

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