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20. MEDITACIÓN DE AMABILIDAD PARA NOSOTROS MISMOS

Encuentra una posición cómoda, sentado o acostado. 

Deja que tus ojos se cierren, total o parcialmente. Toma algunas respiraciones profundas para asentarte en tu cuerpo y en el momento presente. 

Pon tu mano sobre tu corazón, o donde sea reconfortante y calmante, como un recordatorio de que estás aportando no sólo conciencia, sino amabilidad a tu experiencia y a ti mismo. 

Después de un tiempo, siente la respiración donde se note más fácilmente. Siente que tu cuerpo inhala y exhala, y cuando tu atención vague, llévala suavemente a tu respiración una vez más. 

Luego, libera suavemente tu atención en la respiración y comienza a ofrecerte palabras de amabilidad y compasión, una y otra vez… palabras que necesitas oír, palabras que puedes saborear:

  • Si ya tiene frases que son significativas para ti, utilízalas.
  • Si recién comienzas a meditar con frases, abre tu corazón y tu mente a lo que necesitas escuchar: palabras de sabiduría y compasión que te hablen de la manera más profunda. 

Abre tu corazón a estas palabras, susurrándotelas suavemente una y otra vez. 

Tal vez escuchar las palabras desde el interior, te permita que éstas resuenen dentro tuyo.

Permite que las palabras ocupen espacio, para llenar tu ser, aunque sólo sea por este momento. Cada vez que te das cuenta de que tu mente está vagado, vuelve a sentir tu cuerpo. Vuelve a casa a tu propio cuerpo. Y luego siente la importancia de tus palabras. Volviendo a casa con amabilidad. 

Finalmente, deja de repetir las frases y descansa tranquilamente en tu propio cuerpo. 

Abre suavemente los ojos.

*Práctica recopilada por Cristopher Germer y Kristin Neff para el Center for Mindful-Compassion.

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